lunes, 11 de marzo de 2013

El Supuesto Primer Bug y Algún Otro Más


Publicado originalmente el jueves siete de febrero en la versión impresa del Diario Jaén.
En realidad no fue Grace Murray Hopper la primera que utilizó el término bug (que significa bicho en español) para referirse a un error de funcionamiento en un aparato electrónico. Se sabe que Thomas Alva Edison usó antes que ella la palabra bug para referirse a problemas asociados con interferencias y fallos de funcionamiento. No obstante, fue la físico y destacada matemática Grace Murray Hopper la primera en asociar el término con la informática.
En 1944 se construía en la estadounidense Universidad de Harvard el Harvard Mark II. El ordenador se desarrolló con fines militares y se terminó completando en 1947. Grace Murray Hopper trabaja en aquel proyecto (y posteriormente también en el que daría vida al Mark III) y fue en el año 1946 cuando, trabajando en el laboratorio de computación de la Universidad de Harvard, descubrió que un relé electromagnético del computador no estaba funcionando adecuadamente. Después de revisarlo con atención, encontró una polilla que provocaba que el relé no pudiera cerrarse. Hopper escribió una nota (la de la imagen) en la que describía el problema y a la que se adjuntaba, pegado con cinta adhesiva, el bicho responsable del problema.
Desgraciadamente, los errores en programas informáticos no terminaron con el incidente del Mark II. En 1990, por citar un ejemplo, AT&T (American Telephone and Telegraph Corporation), que viene a ser en EE.UU. lo que es Telefónica en España, sufrió una avería en uno de los 114 centros de conmutación con los que entonces contaba. Al tratarse de un problema mecánico menor, el centro fue desconectado para luego volver a ser conectado. El fallo surgió cuando el centro de conmutación volvió a estar en línea, y es que éste envió un mensaje al resto de centros, haciendo que todos se apagaran y dejando a AT&T sin servicio en todo EE.UU. durante nueve horas consecutivas. El problema se debió a una línea de código errónea. Bastantes bugs se derivan del uso de distintas unidades de medida al mismo tiempo. Es el caso por ejemplo de la sonda Mars Climate Orbiter, estrellada en 1998 contra la superficie de Marte. El software que controlaba los motores del aparato hacía cálculos en libras de fuerza y newton al mismo tiempo. Aquel despiste costó alrededor de 125 millones de dólares.
Algunos bugs tienen más gracia. El primero que notificó el sistema operativo Ubuntu aparece en su lista de seguimiento de errores con el siguiente texto, (...)”Microsoft acapara la mayoría del mercad. Ubuntu ha sido diseñado para remediar este bug. El software propietario está retrasando la innovación en la industria de las TI, limitando el acceso a las TI a una pequeña parte de la población mundial y restringiendo la capacidad de los desarrolladores de software para alcanzar su verdadero potencial.”(...). También los hay que inspiran películas, como es el caso de 2001: Una Odisea del Espacio o de Terminator. Bugs habrá siempre cientos, tantos como programadores chapuzas.

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