martes, 28 de septiembre de 2010

BlindType. Un Nuevo Teclado Virtual



El teclado es un elemento que ha estado presente desde los comienzos de la era informática
. Douglas Engelbart y Bill English desarrollarían durante los años sesenta el ratón, que vendría a complementar al teclado y a permitir la interacción útil con las nuevas interfaces gráficas que desarrollaría la empresa Xerox. Más tarde, poco evolucionó el teclado antes de la llegada de los dispositivos móviles, con los cuales apareció la necesidad de la miniaturización. Llegando recientemente a generalizarse el uso de teclados virtuales con el lanzamiento del iPhone de Apple.
Sea por una razón o por otra, hasta ahora los elementos se han diseñado para trabajar con un teclado que por su parte poco ha cambiado para mejorar su relación con ellos. Es por esto que soluciones como Graffiti, usado en las ya caducas PDAs Palm, o la reciente idea de Swype, aún sin ser demasiado transgresoras, no dejan de despertar mi interés.
Hoy os traigo otra vuelta de tuerca más, que sin haber descubierto la rueda ofrece ideas muy interesantes. BlindType es un teclado virtual predictivo que incorpora una gran librería de diccionarios que junto con un motor encargado de comprobar semejanzas, ofrece una asombrosa capacidad a la hora de resolver errores de escritura. Lo quizás más novedoso, es que BlindType adapta la geometría del teclado a las pulsaciones de su usuario, logrando facilitar su escritura en todo momento. Igualmente, el software adapta la posición del teclado a la situación de las pulsaciones que sobre la pantalla se realicen. Todo esto, sin necesidad de aprendizaje alguno, favorece un tecleo muy rápido y eficaz.
A través del canal de BlindType en YouTube, pueden visualizarse una serie de vídeos con los que los desarrolladores de este proyecto nos enseñan lo que os comento en el anterior párrafo. Aunque aún no ha sido lanzado de forma oficial, podéis seguir su evolución a través de la página Web y del canal de Twitter, dedicados a BlindType.
Ojalá surjan muchas más alternativas al tecleo convencional. Si tantos se empeñan en la desaparición del ratón, ¿por qué no eliminan antes un elemento más antiguo como el teclado?

viernes, 24 de septiembre de 2010

La Tierra de los Gigantes


Si se tiene la oportunidad de visitar un paraje más o menos virgen, quizás se achaque su belleza a la ausencia de la mano del hombre. Sin embargo, por todos es valorada la cuidada arquitectura de algunos edificios, el atractivo de algunas áreas geográficas dedicadas a un determinado cultivo o la belleza de algunas obras de infraestructura destinadas al abastecimiento/producción de energía, así como a facilitar el tránsito de todo tipo de vehículos.
Esta claro entonces que si es absolutamente necesario modificar un área geográfica, puede realizarse un ejercicio estético que incluso pretenda mejorar el aspecto primigenio de una zona. Esto al menos demuestra la firma de arquitectura y diseño Choi+Shine a través del proyecto denominado “The land of gigants”.
Este internacionalmente premiado y elogiado trabajo consiste en una serie de figuras humanas que sustituyen las típicas torres de alta tensión por gigantes blancos que adoptan distintas posturas en función de las necesidades de la orografía. El resultado es un majestuoso conjunto de humanoides metálicos que realizan el mismo trabajo que la solución convencional, aportándole además un matiz estético que aumenta considerablemente los beneficios de la obra.
El proyecto en cuestión fue desarrollado en Islandia en el año 2008 y ha sido diseñado por Jin Choi y Thomas Shine. Puesto que tan sólo se incorpora el componente estético a la forma en la que se lleva a cabo la construcción de cualquier instalación de torres de alta tensión, los costes de construcción no son distintos de los del caso convencional. El resultado creo que es un verdadero ejemplo a seguir.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Oídos Sordos


Cuando se desarrolla un producto se estudian los escenarios en los que será utilizado y se valora su adecuación a dichas situaciones probando posteriormente variaciones que consigan mejores resultados en la mayor cantidad de escenarios posible. La infinidad de casos de prueba disponibles obliga a seleccionarlos en virtud de su relevancia. Esto último es una tarea que conlleva una gran responsabilidad.
No hace mucho tiempo, leí una noticia que ha demostrado acertadas mis impresiones acerca de la salud de los tímpanos de determinadas generaciones. En la misma se afirmaba que los jóvenes tienen cada vez más problemas de audición, y el hecho de que recientemente se trate este mismo tema a través de la agencia EFE, me preocupa y me vuelve ha hacer pensar al respecto.
Enlazando con el primer párrafo, opino que la responsabilidad de la que hablaba, se toma más a la ligera de lo que se debiera tomar. Para simplificar mi análisis, no hablaré de ruidos de obra o de potentes sistemas de sonido en coches y discotecas, hablaré de los auriculares que de fábrica traen nuestros reproductores musicales. Algunos recordarán que no hace mucho Apple y otros muchos fabricantes han ido incluyendo en sus dispositivos un mensaje que avisa al usuario de que una exposición del tímpano a determinados volúmenes puede provocar daños. Hablando claro, el citado mensaje viene a significar, el que avisa no es traidor y si te quedas sordo olvídate de intentar demandarnos.
Todo esto me recuerda al letrero que acompaña a las cajetillas de tabaco advirtiendo de sus contraindicaciones sanitarias, y es que el tema no es tan distinto. La de los decibelios no es más que otra adicción enfermiza. El ruido que nos rodea en nuestra vida diaria no deja otra alternativa que la de subir el volumen de nuestros reproductores, obligándonos a soportar una música a más potencia y haciendo que nuestra audición empeore y necesite progresivamente de sonidos más potentes.
¿Cómo obviaron los diseñadores el escenario de uso más cotidiano? ¿No repararon en nuestra salud? ¿Hacen caso omiso de las noticias? Me preocupa pensar que tal y como nos hemos acostumbrado a las gafas para los diversos problemas oculares, seguramente causados por el esfuerzo que la lectura (sobre cualquier soporte) nos obliga a realizar, lleguemos a acostumbrarnos a los audífonos. Ya me los estoy imaginando de todas las formas y colores y de las marcas más exclusivas. Señores responsables de seleccionar los escenarios más importantes, no queremos acabar sordos.