viernes, 3 de febrero de 2012

Alan Turing


Publicado originalmente el jueves dos de febrero en la versión impresa del Diario Jaén.
Alan Mathison Turing nació el veintitrés de junio de 1912 en Maida Vale, Londres (Inglaterra). A los seis años fue matriculado en el colegio St. Michael y ya allí dio muestras de su genialidad. Se dice que sin que nadie le hubiera enseñado formalmente, ya sabía leer con soltura cuando ingresó en la escuela. Alan Turing era amante de los puzzles y del colegio. Se cuenta que en una huelga general llegó a recorrer más de noventa kilómetros e incluso a pernoctar en una posada con tal de no perder un sólo día de escuela.
En la universidad Alan Turing comenzó a flirtear con la informática (disciplina que aun no existía y de la que es uno de sus padres). Allí empezó a trabajar en lo que luego se llamaría la Máquina de Turing. Una máquina de Turing es aquella que realiza una lectura y una escritura automáticas sobre una cinta que sirve para ambos propósitos.
Llegada la Segunda Guerra Mundial, Turing fue reclamado por el gobierno británico para colaborar intentando descifrar los códigos secretos que Alemania codificaba mediante la famosa máquina Enigma. La Enigma era una especie de máquina de escribir que traducía cualquier texto que se le introdujese a su equivalente cifrado. La Alemania nazi llegó a utilizar 60.000 máquinas Enigma al mismo tiempo. Toda la maquinaria de guerra alemana se basaba en la seguridad que le otorgaban sus máquinas Enigma, que eran indescifrables por aquel entonces. Era indispensable romper el código Enigma y tras el fracaso de Polonia llego el turno del equipo capitaneado por Alan Turing. Éste consiguió descifrar los códigos de la máquina Enigma construyendo el que quizás sea el primer computador de la historia, el Colossus. En gran parte gracias a sus esfuerzos las tropas aliadas terminarían ganando la guerra. Por todo ello se le otorgó a Turing la Orden del Imperio Británico.
Acabada ya la Segunda Guerra Mundial, Turing dedicó sus esfuerzos a dirigir el laboratorio de computación de la Universidad de Manchester. Allí fue responsable de construir el Manchester Mark I, otro de los primeros computadores de la historia. También diseñó el Test de Turing (que aun no ha sido superado), los captchas que ahora se utilizan para evitar el correo basura, lenguajes de comunicación entre humanos y máquinas y sentó las bases de lo que luego sería la inteligencia artificial.
Un día fue víctima de un robo en su casa y cuando se dispuso a denunciarlo, debido a que vivía con un hombre, se le arrestó por homosexual. Alan Turing nunca negó su condición por considerar que no suponía nada malo, en consecuencia se le condenó por indecencia grave y perversión sexual. A Turing se le ofrecieron dos opciones para cumplir su condena, la cárcel o la castración química. Alan Turing eligió la segunda opción y sus efectos terminaron conduciéndolo a una depresión que lo llevaría al suicidio. El siete de junio de 1954 se quitó la vida mordiendo una manzana envenenada.
Recientemente el gobierno británico pidió perdón públicamente a Alan Turing. Hay proyectada una película sobre él que de momento protagonizaría Leonardo DiCaprio. Una vez preguntaron a Steve Jobs (quien fue CEO de Apple), si la manzana mordida se inspiraba en Alan Turing. Steve Jobs respondió que de haber sabido sobre él cuando se le ocurrió esta imagen, sin duda se la habría dedicado. Espero que en el centenario de su nacimiento estas líneas sirvan para honrar de alguna forma a quien fue uno de los padres de la informática.

No hay comentarios:

Publicar un comentario