Publicado originalmente el jueves trece de marzo en la versión impresa del Diario Jaén.
Hace un par de semanas a las portadas de miles de medios digitales llegaba esta noticia. Para refrescar la memoria de los que hayan olvidado lo que significa esto del crowdfunding (o micromecenazgo), diré que es un tipo de financiación colectiva que es llevada a cabo por personas que, principalmente a través de Internet, organizan una red con la intención de conseguir dinero, u otros recursos, para financiar esfuerzos e iniciativas. Este es un método de financiación bastante común entre los emprendedores, puesto que permite obtener importantes sumas de dinero de una forma sencilla. Algunos ejemplos de propuestas que han conseguido recaudar bastante dinero mediante crowdfunding, son el reloj inteligente Pebble (que consiguió más de diez millones de dólares) o el telescopio espacial ARKYD.
Pasando ya a hablar del tema del control del Gobierno sobre el crowdfunding, resulta que se ha presentado un anteproyecto de ley que busca acotar las plataformas y proyectos de crowdfunding en España. El anteproyecto establece límites y sanciones, como por ejemplo un máximo de recaudación por proyecto de un millón de euros y multas de hasta 200.000 euros a quienes inviertan en un proyecto más de 3.000 euros, o más de 6.000 en varios, en un periodo de menos de doce meses. También se establece que las plataformas que oferten servicios de crowdfunding en España (como por ejemplo Verkami), deberán tener un capital social de más 50.000 euros y un seguro de responsabilidad civil anual por valor de 150.000 euros.
Llama la atención ver como ahora a tantos políticos se les llena la boca con la palabra emprendedores, y luego andan dando estos palos a quienes por fin se animan a serlo. Esta propuesta, que no beneficia más que a los bancos, casi seguro supondrá el fin del crowdfunding en España. En cuanto se apruebe el anteproyecto, los emprendedores que pretendan utilizar este método de financiación libre, tendrán que desarrollar sus proyectos en el extranjero. Y de esta forma perderemos profesionales, ideas y se cerrarán los portales que ofrecen crowdfunding en España.
Sin nada más, pido un aplauso para nuestros fantásticos políticos.
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